¡Motívate y aprende!
Para vivir, se necesita aprender constantemente, en cada oportunidad. Cada paso que damos, cada vez que hablamos con otras personas, cada ocasión que logramos detenernos a contemplar los distintos matices del cielo, cada vez que comemos o bebemos, cada ocasión que jugamos individualmente y con otras personas... En fin: ¡la vida está llena de oportunidades para aprender! Y no debemos desaprovecharlas.
Somos seres aprendientes ¿Cómo saben las flores cuándo deben florecer? Y ¿cómo saben cuándo deben dar paso al fruto? ¿Cómo saben las aves cómo deben construir sus nidos o cortejar a su posible pareja? ¿Qué impulsa al bebé recién nacido hacia el pecho materno? ¿Qué le impulsa luego, a moverse y explorar el mundo? Aprender es vivir.
La vida es una gran red de información dispuesta para alimentar a los seres capaces de aprovecharla para generar conocimiento: los seres vivientes. Esta gran premisa es tremendamente simple, pero no obstante, muchas veces nosotros, los seres humanos, parte de los seres aprendientes del Universo, la complicamos en demasía al punto de volver aburridos o tediosos a algunos procesos que podrían servir para generar aprendizaje. Me refiero específicamente a los procesos educativos formales.
¿Por qué hemos complicado tanto las cosas? Obtener títulos (diplomado, bachiller, licenciado o licenciada, master, doctor o doctora…) es prioritario, aunque no se haya logrado aprender algo. Sacar buenas notas, es prioritario, aunque no se haya conseguido en ese proceso, un crecimiento personal (cognitivo, físico, social, emocional). Memorizamos para vomitar información en un cuaderno de examen o para responder lo que sabemos que nos van a preguntar, pero luego ¿qué nos queda de esa información?
Y bien, ante este panorama ¿qué hacemos? ¿Cerramos los establecimientos de educación formal? ¿Los replanteamos? ¿Creamos un sistema nuevo? Definitivamente, debemos cambiar muchas cosas en la educación formal, para garantizar que en esta se desarrollen verdaderos procesos de aprendizaje, pero todo ese cambio se lleva su tiempo. Quizá la respuesta que más rápido se pueda implementar sea la más simple: que cada estudiante se transfigure en aprendiente. No importa en qué colegio o universidad uno se encuentre estudiando. No importa la asignatura o la carrera que uno esté cursando. Si soy un aprendiente, estaré siempre sediento de descubrir, hambriento de conocer, necesitado de crecer o mejorar en alguna de mis capacidades (físicas, cognitivas, sociales, emocionales). En cualquier ambiente, con cualquier compañero o compañera, con cualquier profe, con cualquier material, se puede vivir experiencias de aprendizaje. Pero en gran medida, ser feliz y disfrutar de las oportunidades que se pueda tener para aprender algo, es una decisión propia: ¡motívate y aprende!
Aprende a ser protagonista no solo espectador, aprende a hablar no solo a escuchar, aprende a hacer y no solo a ver. ¿Cómo lograrlo? Aprende a conocerte a no tener miedo, a saber el potencial de tus capacidades y a reconocer tus debilidades, aprende a ser tu mismo, no a ser lo que otros quieren que seas. Conócete, descúbrete, ámate y exprésate.
Me parece muy positivo tu comentario, en nuestras vidas es importante entender qué es lo que nos mueve... ¿sí el docente no se encuentra motivado cómo va a apoyar a los alumnos a hacerlo?
ResponderEliminarAsí es, no se puede motivar sobre algo en lo que no se cree.
ResponderEliminarAsí es, no se puede motivar sobre algo en lo que no se cree.
ResponderEliminarRescato compañera de su artículo esa sed y hambre de conocer y de saber que debemos tener todas las personas que nos interese aprender y reaprender. Más allá de un título o de una nota.
ResponderEliminarLa motivación mueve cualquier cosa: si mi motivo es bajar o subir peso, pues me pongo las pilas y cambio de dieta y me inscrbo en un gimnasio, pero si el dinero no alcanza, entonces uso las gradas de mi casa, salgo a correr y guardo el carro al menos una vez por semana. Con esto quiero decir que si realmente hay motivación entonces no hay excusas. El docente motivado sigue con su trabajo, a pesar de cuan dificil este sea. Y siempre estará feliz.
ResponderEliminar¿Quieren decir que si no hay motivación, no hay aprendizaje?
ResponderEliminarEl aprendizaje requiere de procesos motivacionales, ya sea intrínsecos o extrínsecos. Creo que no se puede desligar cognición de motivación y como bien apunta Errol, si se tiene la motivación necesaria se alcanza el objetivo deseado. Cuantos de nosotros no hemos tenido en nuestras aulas a estudiantes que son padres de familia, trabajan, y además estudian. En ellos la motivación es un motor muy importante para alcanzar sus metas.
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